«TARZÁN» ( o Jesus Mari Larrazabal)

Jesus Mari Larrazabal (1948- 2021)

Conocí a Jesús Mari Larrazabal a principios de los ochenta del siglo pasado, cuando todavía le apodaban «Tarzán» y era miembro de la primera Diputación de Gipuzkoa por la coalicción HB en su condición de militante ( y fundador ) de LAIA, un partido surgido en 1974 de una de las tantas escisiones de ETA que reivindicaban la acción política.

Jesús Mari me acogió cálidamente desde mi llegada a la UNED de Bergara que, dirigida entonces por Luis Mari Bandrés, era un centro universitario de referencia de los estudios vascos y el euskera y que, desde sus diferentes especialidades, contribuyó a la preparación de una gran parte del profesorado de la Universidad del País Vasco – fundada en 1980.

Hiperactivo y buen discutidor , de su mano fui comprendiendo los matices de un nacionalismo que pretendía aunar los ideales abertzales con los revolucionarios, una combinación muy propia de la vanguardia política vasca de aquella época.

Por otro lado, y en dura disputa con el historiador y erudito Koldo Larrañaga, mi compañero de despacho, Jesús Mari no dejaba de corregir mi euskera de gaueskola, a pesar de yo ya me inclinaba por defecto por la mera inmersión lingüística , asimilando el vizcaíno de Guipuzcoa como la lengua viva que todavía hablo.

Poco después Larrazabal dejó la UNED y , siguiendo el camino de otros y otras colegas, se integró en la UPV, donde llegó a ser Catedrático de Lógica y Filosofía de la Ciencia realizando interesantes aportaciones como director del instituto ILCLI (Institute for Logic Cognition Language and Information) y de la revista Gogoa. De vez en cuando llegaban noticias sobre su itinerario político – fue parlamentario por EA entre 2009 y 2010- siempre encauzado en organizaciones y partidos en los que paradójicamente militaba en sus últimos estertores.

Jesú Mari Larrazabal acaba de morir, y con él se ha ido un modelo de militante de aquellos años del Tardofranquismo y la Transición en los que todo parecía políticamente posible, incluso una Euskadi soberana y socialista, sin percatarse de que acaso todo estaba «atado y bien atado» bajo la supervisión del Imperio Americano y del marco alemán.

LA PELL DE BRAU ( o España de la Nación al Estado)

Poco han durado las etapas de liberalismo pleno en la Pell de Brau, que diría Salvador Espriu. Y quizá la peor consecuencia de ello haya sido el empecinamiento alternativo de los defensores ahistóricos del Antiguo Régimen en considerar España como una Nación y no como un Estado.

Pues ese empecinamiento generó desde los albores del siglo XIX el rechazo radical de quienes por razones varias se sentían miembros de otra Nación , como fue el caso mayor en Catalunya y posteriormente del País Vasco.

Como recordaba recientemente Juan-José López Burniol, fue el mismo Manuel Azaña quien hace casi cien años diagnosticó que el gran problema español era el problema político «de la estructura territorial del Estado, es decir, del reparto del poder y de los recursos financieros».

Y ciertamente, en las dos cuestiones anteriores se han centrado y se centran la mayor parte de los dimes y diretes de dialéctica política, por otro lado ya tan desgastada por endogámicamente reiterada.

Pero afrontar la visión de España como Estado y no como Nación, con todas sus múltiples implicaciones ideológicas , debería suponer también coincidir en el diagnóstico por parte de quienes se siente como formando parte de otras naciones dentro del mismo territorio.

Y , por lo tanto, asumir que el verdadero problema que queda por resolver es la estructura institucional de dicho Estado sin tener que recurrir a apriorismos nacionalistas, legítimos e inevitables en su momento, pero más propios de hace dos siglos….¿ Es algo verdaderamente tan difícil?

Pues, ¿ no sería mejor esperar que por fin viniera la primavera tras «aquest advers hivern de Sepharad…»?

TÀPIES ( en casa de Chillida)

Aficionado como soy a la literatura autodiegética, leí en su momento las curiosa autobiografía de Antoni Tàpies ( Memoria personal, Seix Barral, 1983). En ellas se hace mención a una modo de hierofanía, una experiencia mística que según el artista catalán, le transformó personalmente y dio un nuevo rumbo a su creatividad.Y efectivamente su obra no parece haberse desprendido nunca de este toque trascendental que tiende a inducir a la meditación en quien la contempla.

En el caso de Chillida, la trascendencia ha venido en gran parte impuesta por sus intérpretes, siempre en el contexto de la crítica del «campo artístico» ( en palabras de Pierre Bourdieu) y de sus derivaciones o supuestos filosóficos, como fue el caso de Martin Heidegger.

Sirva todo lo anterior para contextualizar la exposición de nueve esculturas y cinco pinturas del artista catalán que se presenta en el caserío Zabalaga de Hernani, sede del Chillidaleku, bajo el comisariado de Nausica Sánchez, Estela Solano y Mireia Massagué.

Una exposición que une al disfrute del edificio tan magníficamente rehabilitado el encuentro con las piezas de Tàpies en un diálogo con el mundo de Chillida que genera un efecto sugerente y creador de interesantes sinergias estéticas.

Y si a ello se añade un lento paseo matutino o a primeras horas de la tarde por las verdes campas aledañas, la visita bien merece la pena…

(c)VicenteHuici : http://www.vicentehuici.com/ibiltaria

¿QUÉ ES UNA UNIVERSIDAD?

Según se ha dado a conocer, el Departamento de Educación del Gobierno vasco ha trasladado al Ayuntamiento de Bilbao una propuesta para implantar en Zorrotzaurre una oferta educativa pública integral, desde el nivel de Educación Infantil hasta la Universidad.

La noticia, en principio y como todas las que suponen incrementar la oferta educativa, es muy buena. Lo que ya no está tan claro es lo que entienden las autoridades municipales por «universidad», pues el alcalde de Bilbao ha declarado recientemente: «En estos momentos tenemos tres universidades en la isla como son Digipen, el Centro Superior de Diseño Kunsthal y Mondragon Unibertsitatea y como institución pública nos encantaría tener un proyecto con la universidad pública».

Descartada esta última, es preciso matizar que las dos anteriores no son universidades, sino centros educativos privados que probablemente no cumplen con , por ejemplo, los requisitos de titulación del profesorado o transferencia de conocimiento que se exige actualmente a cualquier institución universitaria y cuyo cumplimiento ha analizado exhaustivamente el Observatorio del Sistema Universitario.

Por otro lado, la insistencia en lo público, cuando hasta ahora en lo mobiliario y lo inmobiliario se ha primado lo privado, no deja de entrever cierta resistencia a que en la nueva «Isla del Talento» ( la verdad es que suena un poco a bilbainada tópica) se asiente algo de ese tenor: de hecho, a principios de 2018, la Universidad del País Vasco presentó al consistorio vizcaíno una propuesta que retomaba la idea original del Plan de Desarrollo del Campus de Bizkaia 2005-2010 para crear un «Polo económico y jurídico» en Zorrotzaurre que incluiría a la Facultad de Economía y Empresa de Sarriko y a las Facultades de Ciencias Sociales, y Derecho y Relaciones Laborales ,actualmente en el campus de Leioa, sin que se haya sabido más de ello.

Es de esperar no obstante que el Departamento de Educación, dirigido por Jokin Bildarratz, a quien conocí en su momento como un esforzado y buen alumno de la UNED de Bergara, sepa conducir hasta el final este proyecto global de enseñanza pública que creo, sinceramente, merece todo el apoyo.

(c) Vicente Huici http://www.vicentehuici.com/ibiltaria

ANDRÉS ORTIZ-OSÉS ( o A O-O )

«Quiero morir en verano: para veranear gratis en las grandes praderas del espacio» ha dejado escrito el filósofo Andrés Ortiz-Osés , recientemente fallecido, en uno de sus últimos artículos publicados.

Y su deseo se ha cumplido, de manera que ya andará por ahí repartiendo retruécanos a diestro y siniestro y provocando risas y carcajadas.

Pues esa es la imagen más recurrente que me evoca su memoria , recordando las largas tertulias en su despacho de la Universidad de Deusto o en un rincón de la Casa Vasca, junto a Patxi Lanceros y a un variable tercero.

Ciertamente, no coincidíamos en casi nada, y menos en su teorización sobre el matriarcalismo vasco – que él solía citar como «matriacarlismo vasco»- que yo intuía heredero de la búsqueda de lejanos guardaespaldas metafísicos , y que ya fue rebatido contundentemente por la catedrática de la Universidad del País Vasco, Ana Iriarte Goñi.

Pero, a pesar de todo, su bonhomía generaba a su alrededor un espacio de libertad exaltada a fuer de anarquizante en medio del asfixiante ambiente de la Academia, y era muy reconfortante.

Descanse en paz, en fin, el cuerpo del hermenéuta de Tardienta, y prepárense a conciencia las almas de las grandes praderas del espacio, porque la de A O-O no les va a dar tregua.

AUZOLAN( o «trabajo de barrio»)

El ayuntamiento de un pittoresque pueblo marinero vasco ha decidido implantar una OTA para regular el aparcamiento durante la canícula, debiendo pagar el importe correspondiente los visitantes ocasionales que, por otro lado, son considerados «veraneantes» de lo más incómodos que alteran el día a día secular.

Probablemente para fomentar el empleo vernáculo a fuer de la recaudación exhaustiva, la gestión de la mentada OTA ha quedado en manos de una empresa privada, ágil en cobrar, pero más lenta que el caballo del malo en activar los permisos correspondientes que mayormente deben ser reclamados por los usuarios no-vecinos.

Otro sí, están siendo precisamente algunos vecinos y vecinas quienes se están encargando de que se cumpla la ley en el desarrollo de una obra que contó con todos los parabienes administrativos de un ayuntamiento siempre en consonancia con los intereses privados diocesanos- el caso es conocido como «el pelotazo del obispado de Bilbao en Abando».

En esta ocasión, la constructora parece haber jugado a pillar , pues ha desplegado una macrogrúa sin permiso alguno y, ante la imposibilidad de usarla ,ha comenzado un derribo a cielo abierto que también ha sido paralizado ante las denuncias pertinentes del vecindario. Es de esperar que La Admistración, a la que le ha costado tomar nota de las sucesivas irregularidades, sea más expresiva a la hora de sancionarlas oportunamente.

Y es que, como dice el lema del gobierno autonómico, «Euskadi, auzolana»…En traducción oficial «Euskadi, trabajo en común»…Pero, también: «Trabajo de barrio»…¡ Ah viejos tiempos de las Coordinadoras de Barrios y Pueblos…en la tardo-democracia orgánica!

LA IDENTIDAD (y la pospolítica)

( para D. A. , con el deseo de que tenga la oportunidad de combatir la dura canícula con homeopáticas lecturillas)

Con la mejora de la situación sanitaria han vuelto a la palestra pública, de manera más explícita, los temas identitarios que antes de la pandemia del COVID-19 acaparaban la atención.

Y no solo las cuestiones de identidad nacional- nacionalista , como en el caso explícito de Catalunya, sino también otros preteridos por la coyuntura, como la identidad de género, la ecológica o la multicultural.

Por lo general , estos nuevos tipos identitarios han sido asumidos de uno en uno por lo que en sentido amplio suele entenderse como izquierda, toda vez que la derecha política ha tenido suficiente con la identidad nacional y su repulsa a todo lo que sonara a identidad de clase – ¡Ah viejos tiempos en los que la Democracia Cristiana y la Socialdemocracia hacían buenas migas!

Pero este último aspecto, el de la identidad de clase, es el que precisamente ha traído y todavía trae de calle a la izquierda cuando intenta hacerlo compatible con los nuevos tipos de identidad apuntados. El lío no es en modo alguno novedoso, pues durante muchos años la combinación de nacionalismo y socialismo ha constituido un caballo de batalla de guerras sucesivas, con ganadores inciertos y muchos finales en tablas o deserción.

Hace tres años un joven pensador , Jorge Fernández Gonzalo, publicó Manifiesto pospolíticoRutas ideológicas para la izquierda del siglo XXI.( Dado Ed.),un libro que pretendía dar cuenta de las transformaciones ideológico- sociales que venían produciendose y que probablemente se han acelerado durante la pandemia del COVID-19.

Se podría decir que la obra solicitaba claridad y distinción a la hora de evaluar los nuevos movimientos sociales y mucha prudencia a la hora de asumir reivindicaciones que pudieran desconfigurar, por acción u omisión, la percepción de la estructura de clases sociales que se corresponde a la nueva fase del capitalismo en la que estamos viviendo, algo que los think tanks neo-liberales vienen analizando (pro domo suaof course )desde hace muchos años.

Quizá el estío sea una buena ocasión para hablar de todo esto a calzón quitado y mascarilla en ristre,  intentando dilucidar, sin prisa pero sin pausa, todo ese conjunto de reivindicaciones simbólicas, ideológicas , y sobre todo identitarias que se acoge al curioso nombre de pospolítica

COMENTARIOS:

Contésteme por favor don Vicente. En España (perdón en el estado español) mientras más de «izquierda» se es más sentimientos independentistas se tiene. Es decir, se hace mucho más hincapié en la identidad nacional que en la identidad de clase. Los casos de ERC, CUP, HB, Podemos (o Podemas), BNG, MPAIAC y tantos y tantos otros. Tengo mi modesta opinión sobre el particular pero me gustaría saber la suya que, en todo caso, será mucho más fundamentada. Antonio Gutierro.

Querido don Antonio: La respuesta sería larga, más bien para comentarla durante una comida o un paseo . Pero, basándome en la experiencia generacional y en las investigaciones a las que he podido acceder, puedo adelantarle que ese vínculo que usted establece entre la izquierda y los nacionalismos «periféricos» ( no todos independentistas) se debe a que durante la dictadura franquista, y sobre todo en el tardo-franquismo, el espectro político mencionado estaba en la oposición, estableciéndose una serie de complicidades que después, en la Transición y ya bajo la Monarquía, han sido difíciles de matizar y, en algunos caso, se han vuelto drásticamente contradictorias.
En una de sus novelas de la serie Carvalho – una serie que va recorriendo casi año a año la Transición – el siempre lúcido Manuel Vázquez Montalbán hace decir a uno de sus personajes:»No soy un revolucionario, soy simplemente un antifascista. Ése es un descubrimiento que muchos hemos hecho después de morir Franco y no nos lo hemos clarificado suficientemente a nosotros mismos».
Un cordial saludo y muchas gracias por la atención

EL MAL GENIO ( de los ingenios)

De la mano del siempre perspicaz Ignacio Echevarría se ha publicado recientemente una recopilación de las cartas cruzadas entre Elias Canetti , su mujer Veza y el hermano menor del primero, Georges.

Según una breve recensión al respecto, la correspondencia muestra sobre todo que tras el autor de la célebre Masa y poder y Premio Nobel de Literatura en 1981, se ocultaba una personalidad de frecuentes crisis nerviosas y paranoia aguda, y «una alucinante soberbia, a menudo rayana en la fatuidad» así como «un desorden amoroso» incurso «a menudo en la deshonestidad». Aspectos todos obviados en su magna autobiografía en tres tomos ( La lengua salvada, La antorcha al oído y Juego de ojos).

Desde hace ya unos años se viene colando en nuestros lares un aire puritano de allende el Atlántico que intenta aventar la vida oculta(da) de escritores/as y artistas en general, y que con su impertinencia biográfica pretende mostrar la supuesta incoherencia y hasta la radical contradicción entre la vida y la obra.

Esta moda, pues de tal se puede caracterizar esta deriva, más que generar desautorizaciones , jugosas para el cotilleo rosa o negro, a corto plazo, al cabo revierte en pertinentes sobreautorizaciones, pues por miles y acaso por millones se pueden contar a gentes paranoicas, soberbias o deshonestas ( por hacer una lista fácil) sin que ello haya sido la condición para escribir, por ejemplo, un libro tan decisivo como Masa y poder .

«Know the poetry, not the poet» se decía antes, sabiendo que no hay que confundir las cosas y perder el oremus. Y es que el mal genio está tan repartido como el buen ingenio…

AMAZON ( y la «Literatura»)

No suelo frecuentar Amazon sino para comprar algún que otro e-book o bien libros en papel que no puedo conseguir a través de las librerías – y, por cierto, qué ediciones tan baratas y cucas se hacen allende nuestras fronteras.

Pues bien, hace poco me ha llegado una oferta de este macro-vendedor digital, proponiéndome la compra de varios e- books con un descuento del 85%. Y lo más curioso ha sido la clasificación de los mismos que comenzaba como sigue: Novela Romántica, Novela Negra, Literatura…No he leído más. Caramba, o sea que , a juicio de Amazon, la Novela Romántica o la Novela Negra no son Literatura y viceversa.

Y en ese momento me he acordado de la polémica que mantuvieron hace ya algún tiempo Vicente Verdú y Manuel Rico, en la que el primero defendía que literatura era aquello que no podía ser retranscrito a ningún otro medio, ni al teatro, ni al cine, ni…a una serie televisiva. Y que la razón de ello era la propia densidad y materialidad de la escritura, ajena a cualquier tipo de transferencia.No despreciaba Verdú otro tipo de expresiones ( ¿artísticas?), pues él mismo se desempeñó también como pintor en los últimos años de su vida, sino que simplemente, decía, quería «dejar claras las cosas».

Desconozco el valor que pueda tener hoy en día este deseo de claridad, sumergidos ( y sumergidas, of course) en el nuevo mundo que se ha abierto con la proliferación de plataformas digitales y redes sociales, y que tanto se ha implementado durante la pandemia del COVID-19. Y tampoco soy capaz de evaluar la radicalidad de la definición de literatura que proponía Verdú, frente a un más complaciente que no menos sabio Rico.

Tan solo se me ocurre pensar que cada vez será más difícil dar cuenta de la particular experiencia de leer, si se entiende por ello la lectura de una obra que, por sí misma ,merezca la pena ser leída más de una vez, como defendía C.S. Lewis en un viejo ensayo titulado precisamente La experiencia de leer

EL ARTE NFT( ¿o «El traje nuevo del Emperador «? )

Hace ya muchos años, una buena amiga que trabajaba supervisando las exposiciones de una sala institucional me comentó que, al finalizar una de ellas , se comprobó que había desaparecido una pieza. Hechas las correspondientes indagaciones, un obrero que participaba en el montaje confesó que se la había llevado a casa para utilizarla como perchero.

Esta anécdota puede ser muy similar a otras muchas, como ,por ejemplo, la de quienes se hacen sonrientes fotografías junto a la «araña» (Maman) de Louise Bourgeois , ubicada en el exterior del Museo Guggenheim Bilbao, sin percatarse de la profunda tragedia bajo la que se amparan.

Tal incomprensión entre la obra y el público, solo puede acaso entenderse teniendo en cuenta la crisis del realismo y la aparición de las vanguardias durante el siglo pasado. Una crisis multifactorial que , por un lado, recuperó la impronta del artista frente al artesano ,desenvolviéndose en el ámbito del juego, y que, por otra parte ,generó un nuevo espacio artístico capitalista y especulativo, equivalente al ámbito de la arbitrariedad de los antiguos mecenas.

La última vuelta de tuerca de estas tendencias está siendo probablemente la aparición de las obras digitales en NFT ( Non Fungible Tokens ),de particular reproducción codificada y rápida obsolescencia, objetos al cabo perfectos para el ámbito del arte en la edad de la virtualización generalizada, tan acelerada durante la pandemia. Una pequeña muestra de ello es la obra » Io sono» del artista italiano Salvatore Garau, que ha conseguido vender una escultura intangible e invisible por 15.000 euros. Pero en el «mercado» de los NFT se mueven ya millones de divisas.

Y si, como tantas veces se ha comentado, el arte adelanta en sus nuevas formalizaciones estéticas las futuras configuraciones interpersonales y sociales, este nuevo paso debería dar mucho que pensar, sin recurrir necesariamente a la antigua fábula de El traje nuevo del emperador , de H. C. Andersen…