Tras varios meses sin contacto alguno, ayer por la noche pude charlar un rato con mi amigo – supuestamente – encapsulado en su masía de Girona.
Nada mas descolgar el teléfono ( no tiene móvil) le deseé un buen 2018, pero sin solución de continuidad ( un poco como en mi tierra se dice aquello del bienytú) le pregunté qué tal estaba, pues lo sé de ERC desde su refundación.
Reposadamente me fue comentando lo siguiente: » Muy bien, estoy muy bien y muy contento. He participado en todas las movilizaciones, fuí a votar el uno de octubre y me dieron unos cuantos palos y ya no he vuelto a la ciudad porque sabía cómo iba a acabar todo esto. Ya sé , ya sé , que ahora toca de nuevo la realpolitik y que desde los camareros hasta los catedráticos, pasando por las amas de casa, los sindicalistas y los y las profesionales habrá quien repita una y otra vez que habíamos perdido el juicio. Y sí , lo perdimos, porque ese juicio no es sino el de la razón burguesa que siempre se presenta como la única poseedora de sentido común…Pero, ¡ah! ¡Que nos quiten lo bailao! Todas esas sensaciones de pertenecer a un pueblo, de sentir su fuerza , de vivir durante algunos días en una verdadera república…Una utopía, sí, pero que quedará grabada en mucha gente como unas jornadas insólitas e irrepetibles… Y quién sabe…Ya dijo en su momento un conocido leader aquello de » Mi reino no es de este ,mundo» y desde entonces no ha hecho sino expandirse por todo el planeta»
La verdad es que no supe qué responderle, así que le envié un abrazo y quedamos otro día para retomar la conversación …
¡La gente se inventa cada cosa para huir de la cotidiana realidad!
Ya, don Antonio. Hay quien hace lecturas muy particulares de ese clásico de la Sociología que se titula «La construcción social de la realidad «de los no menos clásicos Berger y Luckmann…