En su célebre The Engineers and the Price System, el sociólogo norteamericano Thorstein Veblen ( más conocido por su obra La teoría de la clase ociosa) afirmó que «el sistema tecnológico moderno es indispensable para las poblaciones modernas y consecuentemente los técnicos toman necesariamente la iniciativa y ejercen la necesaria vigilancia y dirección».
He recordado estas palabras, publicadas en 1921 , a la vista de otra de las revueltas, en sentido barojiano, que está ocasionando la pandemia del COVID-19 ,y que no es otra que el avance silente de la tecnocracia, favorecida ahora por los dispositivos electrónicos.
Pues, expertos de todo tipo y pelaje, pero sobre todo sanitarios y económicos «toman la iniciativa y ejercen la necesaria vigilancia y dirección» , obviando lo ideológico, lo social y lo político como si fueran execrencias inútiles por inadecuadas al momento histórico.
Lo ideológico porque les parece tan periclitado como hubiera deseado Gonzalo Fernández de la Mora, destacado adelantado en la defensa de la tecnocracia. Lo social porque, supuestamente, frente al virus no hay diferencias de clases . Lo político, porque, planteada la situación como una guerra , no cabe sino la aspiración permanente a un mando en plaza único y unificado.
Por si fuera poco, que ya es mucho, la alternancia experta sanitario-económica más allá de ser alardeada alternativa y reiteradamente por algunos medios de comunicacion en los que no predomina precisamente el periodismo de investigación, se manifiesta en una progresiva inundación de controles electrónicos, unos manifiestos y otros ocultos, que aprovechan el buenismo reinante para recopilar datos específicos y ajenos, siempre para mayor gloria de ese Dios en la Tierra que, como decía Hegel ,es el Estado.
Pero si el Estado , en sus diversas instituciones, es el ámbito de La Política…¿Se habrán convertido los políticos ( y las políticas, of course) en alfeñiques acomplejados por las siglas y las estadísticas, o ya incluso en meros tecnocratillas que no se atreven a tener voz propia ? ¿Habrá triunfado al fin don Gonzalo que tan bien sabía distinguir lo divino de lo humano, mezclándolos o no según las circunstancias, convertido todo al cabo sí o sí en Opus Dei…
«alfeñique» sí señor. Eso está muy bien don Vicente, sacar del ostracismo estas palabras tan bellas.
Creo que es una palabra muy ajustada a lo que quiero decir. Gracias por su comentario…y su fidelidad, don Antonio.
Ezin ederkiago adierazia! Bide batez, «estadistikak» eta «estadok» ba al dute zerikusirik?
(Estatistika, iz. Zenbakizko emaitzak matematikaren bidez biltzean, sailkatzean eta aztertzean datzan zientzia; zenbakizko emaitza horiek berak. Euskaltzaindiaren hiztegiak.) Zenbakien bidez adierazten dena, eta datu teknologiaz mintzatuz, balio diskretuak erabiltzen dituena. digitala bada («numerikoa»), Estatua, aginpidea, zenbakizko»estatua» (tailu edo imagena) bihurtu zaigu! Barka, hau beroa, saninaziyoko bezperan!!!
Estadistika edo Estaduaren zientzia…eta hau gogoratzen saninaziyoko bezperan!Milesker zure iruzkinagatik.