Por lo que ha llegado a mis oídos, la Policia Municipal del Ayuntamiento de Bilbao va a iniciar una campaña sobre lo obvio: que las bicicletas son vehículos y que su lugar de tránsito es la carretera o esa carreterilla privilegiada que es el carril-bici.
Sí esto último, que además de obvio y de sentido común es lo legal, ha de recordarse es porque el desmadre bicicletero ha llegado a un extremo insoportable. Pues en efecto fue la bicicleta, primero un vehículo de transporte barato y obrero ( como nos los recordó Vittorio de Sica en El ladrón de bicicletas), luego se convirtió en deporte de amigos que salían los fines de semana, y de ahí se abrió la puerta a las bicicletas de montaña que ya entrañaban cierta dificultad y los primeros sustos de aldeanos y reses. La democratización del deporte llegó también a este sector y surgieron los carril-bici para atender las demandas de los usuarios. Por fin, hasta los ayuntamientos, sintiéndose holandeses, diseñaron sus propios servicios de bicicletas públicas en un intento de mejorar la circulación rodada y reducir la contaminación.
Pero, como no hay más que liberar a alguien para que, al poco » se libere de tí», algunos bicicletreros ( menos bicicleteras) han hecho como se suele decir de su capa un sayo y abandonando carreteras y carriles-bici han ido progresivamente invadiendo las aceras y las zonas peatonales, circulando incluso en familia, eso sí bien pertrechados de casco y rodilleras, y dando por supuesto que son los peatones quienes se deben apartar a su paso, llegando a burlarse de ellos si no lo hacen, insúltándoles e incluso atropellándoles ( en algunos casos con resultado de muerte.
Hace poco hubo concentraciones de ciclistas manifestándose para que se respetara el metro y medio de distancia al que deben ser sobrepasados por los coches. Una sugerente pegatina que se está extendiendo en formato físico y virtual, pide a los ciclistas el mismo respeto con los peatones y les vuelve a recordar que son vehículos y que NO pueden circular por las aceras y menos como si participaran en el Tour de Francia.
Pero, en fin, ahora queda todo en manos de la mentada policia municipal que, hasta hoy , ha pasado olímpicamente del tema y ha cabeceado y sonreído paterno-maternalmente cuando algún paseante les ha recriminado su tan pasiva actitud.
N.B.¡Ojala se apunten a esta iniciativa otros Ayuntamientos! Así los – y las -paseantes podremos pasear más tranquilamente, que es lo nuestro.
Hola
Buenas palabras del Concejal de turno, que al final se quedan en nada. Hasta que ocurra algún atropello grave -Dios no lo quiera- para que se lo tomen en serio.
Por la zona de Abandoibarra, Guggenheim y alrededores, un par de Municipales multando, enseguida se correría la voz, como paso con los perros sueltos y solucionado el tema.
Saludos
Sin ninguna duda. Habrá que ver si detrás de la decisión hay verdadera voluntad de volver la ciudad más habitable más allá de la propaganda.