EL CUADERNO ROJO: 25 de marzo de 1978

«Ayer, viernes santo, quedé en el Comercial de nuevo con Mario. Insistió  en que la dirección quiere mantenerme alejado de todo tipo de acción política directa. Prefiere que dedique mi tiempo a El Cárabo, donde piensan que puedo ser más “útil”.

En esa revista- en su número 9 precisamente – aparece una breve reflexión mía titulada » La Universidad Vasca: algunos problemas “, firmada con pseudónimo dada mi actual condición militar.  Me hago en ella eco de este proyecto universitario en ciernes y de  las principales líneas de debate, entre ellas  la relativa a la territorialidad, así como al  idioma. Espero que pueda contribuir en alguna medida,  a aclarar lo que sería necesario hacer para transformar lo que queda de la antigua Universidad de Bilbao en  una nueva Universidad del País Vasco- Euskal Herriko Unibertsitatea. Pero ya se verá porque tras el proyecto universitario hay también  varios proyectos políticos no siempre convergentes.

Por otro lado, una entrevista el El Viejo Topo con Alfonso Sastre, en la que comenta  la necesidad de modernizar las estructuras del PCE, ha desatado de nuevo mis demonios recordándome  las purgas que he visto dentro del Partido. Y eso sin olvidar mi propio proceso, acusado de haber creado una “tendencia”, del que me salvó, como si me pescara con una caña, el camarada Intxausti. ¿Estaré sucumbiendo a los “proyectiles almibarados de la burguesía”?

Pero, entre tanto, mientras escribo un poco desganadamente todo esto ,me dejo llevar  newly por  esa extraña  sensación de tranquilidad que me invade cada vez que visito este Café. Me parece como si fuera un lugar que he estado buscando durante mucho tiempo y que, de pronto, se me hubiera aparecido…o casi me hubiera sido otorgado. Esta esquina, esta mesa, invitan a la meditación, pero también a la lenta observación…Y esa muchacha de la  mesa de enfrente, que parece esperar algo o a alguien y  mantiene una mirada triste y perdida …

( 25 de marzo de 1978, Café de Ruiz, Madrid)»