A esta especie de limbo senatorial en el que me ha colocado la Dirección me ha llegado un a modo de encuesta para que aporte mi opinión. La rellené hace una semana, durante unas maniobras en San Gregorio, mientras dibujaba los movimientos tácticos del «ejército azul» sobre los consiguientes planos…¡Qué ironía! ¡Escribir sobre la cuestión nacional catalana vestido de caqui ! Más vale que el teniente del que dependo es «juanista» – lleva un colgante en el que pone don Juan- y de pillarme no se lo habría tomado muy mal… Por otro lado, y salvo los somos- malos a los que frecuento por aquí – y que me toman por una especie de abertzale interno-, en Madrid el día está pasando muy desapercibido.
En cualquier caso, tengo la sensación de que la crisis del franquismo es también la crisis de la oposición. Y de que será difícil volver a “ hacer política” como se ha hecho hasta ahora, pero quizá todavía más difícil reconstruir la vida cotidiana. Pues entre tirios y troyanos se abrirá probablemente un amplio espacio “democrático” y sobre todo “ institucional” en el que quizá veremos dentro de poco a comunistas haciendo oposiciones al PSOE, a maoístas dirigiendo empresas y a trotskistas de presidentes de las Cámaras de Comercio. Algún día descubriremos de quién estamos siendo marionetas…No sé, igual es que tengo un mal día….O que me gustaría estar de permiso…
(Torresblancas, Madrid, 26 de marzo de 1978)»