EL MAL GENIO ( de los ingenios)

De la mano del siempre perspicaz Ignacio Echevarría se ha publicado recientemente una recopilación de las cartas cruzadas entre Elias Canetti , su mujer Veza y el hermano menor del primero, Georges.

Según una breve recensión al respecto, la correspondencia muestra sobre todo que tras el autor de la célebre Masa y poder y Premio Nobel de Literatura en 1981, se ocultaba una personalidad de frecuentes crisis nerviosas y paranoia aguda, y «una alucinante soberbia, a menudo rayana en la fatuidad» así como «un desorden amoroso» incurso «a menudo en la deshonestidad». Aspectos todos obviados en su magna autobiografía en tres tomos ( La lengua salvada, La antorcha al oído y Juego de ojos).

Desde hace ya unos años se viene colando en nuestros lares un aire puritano de allende el Atlántico que intenta aventar la vida oculta(da) de escritores/as y artistas en general, y que con su impertinencia biográfica pretende mostrar la supuesta incoherencia y hasta la radical contradicción entre la vida y la obra.

Esta moda, pues de tal se puede caracterizar esta deriva, más que generar desautorizaciones , jugosas para el cotilleo rosa o negro, a corto plazo, al cabo revierte en pertinentes sobreautorizaciones, pues por miles y acaso por millones se pueden contar a gentes paranoicas, soberbias o deshonestas ( por hacer una lista fácil) sin que ello haya sido la condición para escribir, por ejemplo, un libro tan decisivo como Masa y poder .

«Know the poetry, not the poet» se decía antes, sabiendo que no hay que confundir las cosas y perder el oremus. Y es que el mal genio está tan repartido como el buen ingenio…

6 respuestas a «EL MAL GENIO ( de los ingenios)»

  1. Creo que eso es viejo don Vicente. Atisbo a recordar que la madre de Pío Baroja solía decir aquello de «Si conocieran a los escritores en la intimidad no les admirarían tanto». Otra cosa es que se ponga de moda.
    Por cierto querido profesor ¿Por qué no prueba escribir, de vez en vez, sin ese tono profesoral? ¡Atrévase don Vicente!

    1. Gracias por el comentario…Y por la sugerencia…Lo intentaré, don Antonio,lo intentaré..
      De hecho, no hace mucho , publiqué lo siguiente:

      VIENTO DEL NOROESTE (segundo intermedio pandémico)

      Me han escrito varios animados lectores ( y una lectora adicta) comentándome que, desde hace algún tiempo, me voy poniendo muy serio en estas columnillas, que progresivamente he abandonado no solo el humor hiperbólico de las actas de las reuniones de la Junta Extraterritorial de los Desayunos de los Martes, sino el más moderado ocasionado por alguna que otra anécdota inverosimil salida al paso de mis paseos físicos ( y hasta metafísicos), y que, otro sí, me ha ido desapareciendo el yo angular y gozoso y que me he dejado llevar por una tercera persona doctoral y anónima, mayormente un tanto repípi y aburrida.
      Y es cierto. Supongo que homeopático como me sé, he reaccionado ante la severa narrativa mayoritaria sobre la pandemia de este ya famoso COVID-19 ( me niego a utilizar el políticamente correcto femenino), con un endurecimiento disciplinario de estas escrituras públicas por publicables, recurriendo por defecto a ese registro académico que me ha proporcionado el primum vivere, pero que es más propio de la senda angosta hacia el Monte Carmelo de los sexenios por la que ya, gratia Dei, no hago camino .

      Y aunque me siento más post-maoísta ( ¿como el ministro Castells?) que post-hegeliano, el haberme dado cuenta de esta mi alienación/alineación anteriormente descrita, y gracias a esa fiel infantería que me sigue , me glosa y me critica (¡ muchas gracias!), ha permitido esta mañana gris de abril – ya se sabe: el mes más cruel- que me caiga del «en-sí» al «para-sí», aun sin atisbar todavía todas las sus consecuencias.

      Me tomo pues esta semana de Pascua y previsible perimetración para reordenar mis letrillas: ciertamente no tengo mucho más que decir que los expertos comentaristas políticos y científicos que me rodean .Tan solo espero que, entre tanto, querido lector, querida lectora, mi hermano, mi hermana, puedas apartar un poco la mirada de las crueles estadísticas y el oído de los coros trágicos, y, mascarilla en ristre, dejes que el viento del noroeste ( o el garbí en su caso) revuelva tus cabellos, sean rubios, morenos…o azules… mientras el tiempo y/o la autoridad competente no lo impidan…

  2. Vicente:
    Cuando una vez, al inicio de mi carrera profesional, una alumna me preguntó «¿ qué te pasa, Jose,? » mi respuesta fue preguntar, como si fuera gallego «¿porqué?» y ella con la maravillosa y sincera sonrisa de la adolescencia me contestó: «hace dos años cuando nos hablabas de historia te brillaban los ojos y ahora ya… no». Estaba pasando un mal momento, cosas de amores, creo. Pero esa alumna me marcó. En ese momento pensé…. ¿Porqué mis amigos no me han dicho nada? y la respuesta que encontré fue que mis amigos tenían otro registro de mí, lejos de mi vida profesional. Para ellos podría ser un pésimo profesional y un amigo estupendo…. como para otros, quizás, podría ser un magnífico profesional y una mala persona.
    Todos tenemos una vida profesional y otra personal. ¿la enfermedad psiquiátrica de Van Gogh le resta mérito a su obra? ¿el conservadurismo de Borges tiene que impedir a los progresistas acercarse a su obra? ¿los juegos de Picasso con el opio y la absenta influyen en la consideración de su obra?.
    Parece ser que cuando hablamos de grandes artistas es importante la vida personal, aunque en el resto de la gente sólo valoremos sus actuaciones diarias. ¿Puede ser que alguien sea un buen policía y un hijodeputa? ¿podría alguien ser un buen profesor y ser un fascista, por ejemplo? ¿podría….?
    ¿le resta mérito al desarrollo de su profesión?
    un saludo

  3. Debe ser un mal de nuestro tiempo. Cuando hablamos de grandes artistas creemos que por ello son grandes en todo , que están por encima del bien y mal , que son expertos en todo , ya puede ser ética o energía eólica , que los pecados capitales no va con ellos .
    Esto lo aplicamos, no ya a los grandes artistas, sino a tatuados centrocampistas , a presentadores de magazines , a políticos ,y monarcas ,por eso no distinguimos a Chillida de su hijo , a Cristiana Iglesias de Eneko Goia , Premios Nobel a los que no admitiríamos en mi txoko de gente decente, etc. Todos son renancentistas , no es que sepan de todo, es que pontifican de todo , por eso me gustó la respuesta de un entrenador de la premier league a una pregunta sobre la Covid , » Y a mí porqué me pregunta eso , yo solo soy un entrenador de fútbol «

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