JAVIER ( Aguirre Gandarias)

En medio de los últimos torbellinos trágicos, políticos y ecológicos, se presentó ayer en la librería Louise Michel de Bilbao , el número 3 de Touroum Bouroum, revista semestral editada en Bayona que se publica en euskera, castellano y francés.

Este número acoge un homenaje al poeta Javier Aguirre Gandarias, recientemente fallecido.

Como quiera que no he tenido la oportunidad de hacerlo directamente, me sumo ahora a su gratísimo recuerdo con estas líneas publicadas hace ya unos años:

«Javier es un hombre dulce y acogedor. Y también poeta de larga duración. Pero ya quisieran muchos poetas tener la voz que él tiene , que no desmerece en nada de lo que escribe, como ocurre con tantos otros en los que se cumple aquello de “ know the poem , but not the poet” y es mejor que no nos reciten sus  versos.

De larga duración es también nuestra relación, desde los tiempos en los que en el bar El Tilo del Arenal bilbaíno  nos juntábamos con Txema Larrea, Luigi Anselmi, Jesús Etxezarreta, Mikel Agirreazkuenaga, Andolin Eguzkitza y otros tantos más,  formando parte de lo que uno de ellos ( Jon Juaristi, beharbada) había denominado Vinogrado, probablemente por lo mucho que bebíamos ( todavía nos creíamos aquello del «sapias, vina liques»). Todos más o menos vascos (euskadunak gehienetan) y más o menos varones y mayormente mal esfoliados.

En medio de aquellas tertulias, que tenían su prolongación en La Concordia o en el JK,- si se iba a la grande-   y por las que pasaron espíritus  de tan diversa condición como una rama  islámica sufi y una variante  chamánica, Javier no perdía nunca la sonrisa, siempre muy seguro de lo que hacía y de lo que quería hacer, manifestando  esa vocación que le ha permitido ir publicando libro tras libro, año tras año.

Javier, además, ha conseguido fidelizar a  un conjunto de lectores singulares, desbaratando las teorías del “campo literario” de Pierre Bourdieu y sus discípulos, o , mejor, haciendo saltar por los aires su legitimidad como campo “único”, abriendo paso a  un “micro-campo literario” propio, sin convertirse en un pretencioso y arrogante “poeta de culto”.

Y todo esto se lo digo, poco a poco, entre sorbos de un fresco y seco txakolí , en esta terraza del Restaurante el Puerto de Plentzia, mientras él cabecea y niega débilmente con la cabeza.

Javier, o sea Javier Aguirre Gandarias. Poeta. «

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