Seguro que no. Seguro que esa cuadrilla de tecnócratas que hoy domina el sistema educativo- cuya última ocurrencia ha sido proponer una clasificación de grados universitarios – y que pretende tan sólo evaluar competencias, abjurando de contenidos y valores (¡Oig, qué cosas mas obsoletas!) no se ha percatado de la relación entre sus planteamientos pseudo-post-modernos y el comportamiento de esos jóvenes asesinos del que todo el mundo habla.
Seguro que no. Seguro que más de un político no acaba de ver la relación entre el impulso que dio a la privatización de los servicios sociales de los que era responsable y la reactivación de treinta órdenes de búsqueda y captura que pesaban sobre otros tantos adolescentes supuestamente tutelados.
Seguro que no. Seguro que los responsables últimos de algunos cuerpos policiales ( … en la futura República de Catalunya habrá policía ¿no?) y que no saben latín (y consecuentemente no entienden aquello de «explicatio non petita, accusatio manifesta») se extrañan de que el personal no comprenda los desequilibrios entre la inhibición policial ( por ejemplo ante el uso masivo de las aceras por los bicicleteros) y el exceso, y que no acaban de comprender el descrédito que supone que el responsable del operativo de la Ertzaintza en el que murió Iñigo Cabacas haya demandado a la abogada de la familia del fallecido, así como a varios periodistas por los daños causados con la difusión de informaciones sobre su identidad (lo cual recuerda, por cierto, al caso de un sujeto que tras atropellar con resultado de muerte a un joven había demandado a la familia del mismo por los daños que había sufrido …su coche.
Y digo yo: ¿No habrá por ahí alguien con mando en plaza que ponga las cosas en claro y que se deje tanto de buenismos como de echar balones fuera? Alguien, por supuesto, elegido democráticamente…
Muy buen artículo, mas claro el agua en un día que han desactivado las opiniones….y es que la verdad duele y los «masa» no están para sufrirlos
Gran artículo. Lo que no entiendo es la censura y el querer callar a la sociedad en este mismo periódico. Por qué no se puede comentar, por ejemplo, en la noticia en la que dice una señora que esto es «un problema de toda la sociedad»?
A mi modesto entender uno de los problemas de cierta izquierda es pensar que «to er mundo eh güeno»