La burguesía vasca y el «palurdismo baserritarra»

Como era de esperar, mi columna anterior- » El indiscreto encanto de la burguesía vasca» – ha provocado reacciones varias ,mayormente vía email, cumplimentandose así el feed-back de aquel principio que en boca de Stendhal decía :» No basta con apuntar, hay que disparar «- relativo , por supuesto, a la escritura.

Y matizo esto último porque eso que llaman «la actualidad» nos
lleva estos días a lo político-militar mostrando no ya un desconocimiento absoluto del lejano Sun-zi  y su Arte de la Guerra  sino del más próximo y latino «Vae victis!» que proclama un contundente «¡Ay de los vencidos!»

Y acaso pueda relacionarse esta incultura básica y popular con aquella mención a lo tosco y aldeano de la burguesía vasca – que no era apreciación propia sino ajena.  Una incultura  por otro lado culposa y que, como tal, no deja de emerger  una y otra vez en pretenciosas  instituciones y proyectos con acrónimos en inglés o en la proliferación de aristocráticas  Academias de eusquérico nombre que simulan a la más famosa y sueca de los Premios Nobel.

En fin, que con una combinación  así no saldremos nunca de ese «palurdismo baserritarra » – que nada tiene que ver con la cultura del caserío  sino con su simplificación largamente interesada –  un aldeanismo ctónico que diría un Ortíz-Oses , que desde los think tanks bien pagados evita que se afronte de verdad lo que está pasando: un profundo cambio social  en esta gran connurbación en la que estamos viviendo.

Un cambio que sólo será asumido y asumible en la medida en que sea autoconsciente y en el que, consecuentemente, la educación- y sobre todo la educación pública- ofrezca las herramientas críticas necesarias y potencie las capacidades individuales y colectivas.

Un cambio, al cabo, que no deja de ser soslayado, incluso estúpidamente negado, por quienes yendo de aladides de la  innovación no son sino flautistas de Hamelin  – como decía hace poco en una columna amiga Iñaki Murua-  que, perdiéndose en la tecnocracia de los labeles de calidad , reproducen la división internacional del trabajo como si , además, fuera la panacea vernácula.

Así que ¿ tosca burguesía vasca? Ustedes mismos …

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