LOS BIENPENSANTES Y EL TURISMO

He sido requerido por un bienpensante para que cese en lo que ha denominado mi «campaña turisticida «( sic).

Admitiendo el forzado neologismo, véome en la necesidad de negar su supuesto significado pues en modo alguno creo haber contribuido sino a poner en letras algunos aspectos de un debate que nos recorre la espalda quemada como una serpiente de verano.

Pero dado que el tono del bienpensante es un tanto malhaciente, ante su advertencia permítaseme una «abortencia» que es léxico  periodístico desde que lo acuñó junto con otros no menos sugerentes aquel maestro de periodistas que fue el tafallés Florencio Solchaga ( célebre también por leer Atano X como «Atano equis».

Y es la tal – y queda dicho que es abortencia , por si acaso- que en este debate veo singular tontería en juntar pinchazos de ruedas y confetis con rasgados de vestiduras y comentarios apocalípticos , cuando no desafortunadas analogías con la  kale borroka en la clave de Fa y de Sol.

Señores bienpensantes ( que diría aquel famoso lehendakari) : lo único que ha ocurrido hasta ahora es que algunos ciudadanos y algunas ciudadanas han manifestado su rechazo al modelo turístico imperante y mayormente  con un toque humorístico. Así que hablar de vandalismo o de temores arcanos a lo que pueda venir,en vez de recoger este sentir y sentarlo en la mesa que es lo que se haría de la mano de una buena política, es pensar que la democracia consiste en votar y callar, lo cual suma a la ineficacia para resolver los problemas ,una Incultura General Básica.

Pues eso, hala, a matricularse en un Curso de Verano…

2 respuestas a «LOS BIENPENSANTES Y EL TURISMO»

  1. «un debate que nos recorre la espalda quemada como una serpiente de verano». Don Vicente, permítame una sugerencia, abandone -al menos durante el mes de agosto- la escritura filosófica y dedíquese a la literatura de observación, el humor se lo agradecerá.

    1. Ya quisiera yo, don Antonio, poder hacer tal, pero me salen las metáforas para que no me salgan los sarpullidos…Un abrazo estival.

Responder a Antonio Gutierro Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *