Tras un largo paseo – habíamos ido hasta la tienda oficial del Bilbao Basket desde el Guggenheim – llego a la terraza del Periflú acompañado de mi hija y de mi sobrina.
Hay una mesa libre si bien arrinconada por un setentón desparramado como si fuera en el metro de New York antes de la campaña anti-manspreading . La mujer que le acompaña tiene ocupadas otras dos sillas con su bolso y varios paquetes.
Intento hacer un hueco, pero compruebo una resistencia sorda. Sentadas las niñas , vuelvo con un par de las míticas tortillas de patata y un café. Como el setentón no se mueve ni un centímetro, le digo con una sonrisa: » Caballero, ¿podría usted colocarse en su sitio?». El sujeto me mira un punto desafiante y me responde: «¿ Y cuál es mi sitio?». Y yo, más serio: » El que corresponde a su mesa».
El individuo accede a moverse con un gesto brusco, pero la señora farfulla: » Vienen más tarde y…». Y yo de nuevo: «¿Perdón?». Y ella : » ¡Que nosotros estábamos antes!». Hago un cambio de tercio para no decirle algo un poco más fuerte: » ¡ Vaya ejemplo de buena educación que dan ustedes!» – suelto mirando a las niñas y en voz ya muy alta.
Y luego, de vuelta hacia casa , voy pensando si lo de «nosotros-estábamos-antes » no será una de las matrices más simples,toscas e insolidarias del pensamiento conservador que emerge cuando uno menos se lo espera…
Un día de estos también he andado yo por esos lares, visitando la tienda del Athletic en San Mamés, bajo la lluvia y el granizo y nos vimos negros para sentarnos a comer en algún sitio. Están ustedes, los del «bocho» que lo ocupan todo. ¡Cómo se nota que son la capital económica de Euskadi! Sólo viven ahí los ricos.
No sé si vivirán los ricos, pero se puede comprobar que gente maleducada la hay de todas las edades…Por mucho que se hable tanto de «los jóvenes «…