Hace ya algún tiempo llevé a cabo una breve reflexión sobre la inminencia de la versión televisiva de la novela Patria, de Fernando Aramburu.
La serie en cuestión se ha cumplimentado de la mano de la multinacional HBO, y ha sido recientemente presentada en el Festival de Cine de San Sebastián con un gran despliegue de cartelería que ha contrastado con el lloro emocionado de una de las protagonistas de la que no se sabía si continuaba o no actuando.
Hay pocas dudas sobre el sentido de oportunidad que han tenido la dirección y la producción de esta serie, pues tan solo han necesitado subirse a un caballo ganador sin arriesgar mucho. Y asimismo, es de esperar que el infantil esquematismo de la novela se haya trasladado a la pantalla sin mayores matizaciones.
Todo lo cual cerrará un nuevo círculo en lo que Jorge Fernández Díaz, ex-ministro del Interior, miembro del Opus Dei, y actual imputado por crear una llamada «policía patriótica» , denominaba «vencer a ETA en la batalla del relato»,como ha recordado El País.
En esta gran operación mediática, que fue precedida por otra literaria y avalada incluso por la COVITE, poco ha importado que Patria presente claros rasgos de intertextualidad con las memorias del ex-miembro de ETA Iñaki Rekarte, ni que se hayan revelado sus manipulaciones idiomáticas, ni siquiera que fuera escrupulosamente criticada como mera narración.
Tan solo ha importado su carga de fondo política ,directa, banal, maniquea ,que en su supuesta utilidad moral seguirá alargando la penitencia de no poder comprender el fenómeno ETA , sus contradictorias implicaciones y sus más que complicadas virtualidades al día de la fecha.
Otra oportunidad perdida en la que la batalla por el relato no dejará ver la guerra que subyace agazapada entre tirios y troyanos…
Los que hemos vivido «el fenómeno ETA» en su integridad -y a veces en primera línea- desde su nacimiento hasta su defunción, no necesitamos de muchos «relatos». Me temo que cada uno tenemos el nuestro que permanecerá incólume pase lo que pase.
Así es, en efecto. Y esos relatos diversos y de primera linea deberían compartirse para comprender mejor lo que ocurrió, nunca para excusarlo y menos para manipularlo.
Totalmente de acuerdo yo tengo 58 años ya he vivido este drama fiesta tristeza y sufrimiento que hemos aparecido en Euskadi en primera línea y puedo aseverar que no ha servido para nada solo para dejar destrucción muertes dolor y lágrimas por mucha gente de este pueblo y por mucha gente que no era de este pueblo y me da igual a qué bando pertenecería porque al final no es cuestión de bandos en cuestión de personas que han sufrido que están sufriendo y que seguirán sufriendo o bien polígonos mismos por amigos por familiares etcétera etcétera el relato yo no he visto la serie seguro que no es perfecta pero que no se nos olvide que es reciente historia cómo creo que también es bastante reciente el alzamiento militar franquista y sus años de dictadura genocidios asesinatos usurpaciones etcétera etcétera que sufrió Euskadi y también otros lugares en España
La historia reciente de Euskal Herria no tiene una lectura unívoca cada uno la vivió en su lado de la trinchera ideológica y una interpretación objetiva es muy dificil de hacer, por tanto la otra visión también tiene derecho a ser explicada sin los maniqueísmos facilones que se observan en Patria
Versión oficial de nuevo.
¿Se diría lo mismo, por ejemplo, de «Lasa y Zabala» de Pablo Malo?
Y usted, ¿qué diría?
¿Y de otro que se ahogaron en la bañera o se tiraron por la ventana
y algunos y otros que aparecieron morados por todo el cuerpo despues de pegarse contra las paredes del cuartel donde estaban detenidos.
Aqui hemos visto malos por todas las partes.
Que les den eran unos asesinos
– ¡Hola! ¿qué tal?
– Manzanas traigo.
Pues eso.
Esto de ninguna idea merece una gota de sangre y tal, siempre se les aplica a los mismos, oyes. Hay que ser pacifista pero en tu agenda sólo puede estar ETA. No metas más temas que, si no, ya no eres un hombre de bien sino un «buenista». Yo creo que nadie compra ese mensaje. Ni los de un bando ni los del otro. Propongo al director de esta película que a la próxima la titule «A por ellos» y así, por lo menos, tendrá público. A algún benemérito seguro que le gustaría.
NO. Ni de coña. Aquí sólo hay un relato: unos mataban y otros morían. Y no salgamos con el BVE o el GAL, que no cuela. Y no colar no quiere decir ni de lejos justificar. Ni uno ni otro, pero me admitirá que no tiene punto de comparación. Verá, como mucha gente en Euskadi, yo lo he sufrido por los dos lados. Directamente, quiero decir. Muy directamente, en concreto. Hablo de familia directa víctima de atentado (ileso por suerte) y hablo de familia directa metida en el rollo etarra muy adentro. Como en la guerra civil, que todo el mundo (y yo también) tenía gente en los dos lados, es lo que tienen las guerras civiles, y es lo que las hace especialmente horribles.
ETA no tiene justificación, ni con Franco ni sin Franco. Como no la tiene el GRAPO, las Brigate Rosse, IRA, FRAP, OAS, RAF…
No salgamos con que Patria (la novela, la serie aún no lo se) es «el relato único, el relato para controlarlos a todos» como si fuera Tolkien. Lo que ha escrito Aranburu debía contarse (independientemente de si Joxe Mari se parece más o menos a Iñaki Rekarte o Ynestrillas).
Tampoco estoy de acuerdo con el supuesto uso torticero de la lengua. Todos, víctimas y verdugos, buenos y malos (permitame que llame malos a los que matan) son euskaldunes. Todos son de Hernani, de Andoain, de Usúrbil o de donde sea el lugar de Donostialdea donde ocurren los hechos. No se si Aranburu habla euskara, imagino que sí, pero por edad y siendo de «Donosti city»… podría equivocarme. Aún así, me parecería un error o incluso algo totalmente infantil que quisiera identificar al euskara con los asesinos y al castellano con las víctimas. Se le pillaría en dos segundos. Y como he dicho, eso en la novela: desconozco lo que ha hecho la serie en ese sentido.
Si hablamos de calidad literaria… ahí me pilla. Aranburu no es Thomas Mann (y tomo a Mann como ejemplo tanto de su germanofilia al menos por residencia, como de tipo que sabía distinguir entre buenos y malos (Escucha, Alemania)), pero usted lo sabe, yo lo se, todos lo sabemos, y seguramente él ya lo sabe también. Tampoco es un escritor de best sellers que despacha una novela en quince días. Estoy de acuerdo con alguna crítica que habla de un cierto recargamiento del estilo. Pero creo que no estamos hablando aquí de eso, no?
PD: Perdón por la largura del comentario, me he puesto a darle al teclado y veo ahora que ha quedado muy excesivo. Saludos.
Ese tipo de relato suele estar muy bien pagado. Si no es con dinero físico, lo es con publicidad gratuita en todos los medios de comunicación sin apenas excepciones.
Aunque hace ya muchos años de ello, me recuerda a los relatos de Ricardo de la Cierva o Vicente Talón, sobre la Gernika quemada por los separatistas y los rojos.
Cuando falleció en Intxaurrondo Mikel Zabalza, ahogado en una bañera y siendo encontrado su cuerpo en el Bidasoa, TVE envió un corresponsal, Javier Basilio creo que se llamaba, que hizo un reportaje- relato oficial de cómo se había escapado el señor Zabalza esposado, desde un cuartel de máxima seguridad para ir hasta el Bidasoa a varios kilómetros de distancia a suicidarse.
Ese relato fue comprado por toda la sociedad española y profusamente difundido. La conclusión general fue que algo habría hecho y que bien muerto estaba.
Era un conductor inocente de la CTSS.
Gabilondo podría hacer una película, aunque no se la pagarían tan bien.