PORQUÉ NO ME GUSTA QUE LA «KORRIKA» FINALICE EN PAMPLONA

Participé en la primera edición de la Korrika, al par, si no recuerdo mal, de Iñaki Zabaleta, por el barrio de San Juan de Pamplona, formando parte de un grupo de «gente de la cultura».

Eran otros tiempos.El euskera estaba notablemente desatendido desde el punto de vista institucional y para algunos tenía una clara connotación política nacionalista vasca salvo, por ejemplo y como pude comprobar, en el Baztán, donde se podía votar a UPN y hablarlo con normalidad. Aún así, un periódico de orientación muy marcada  como era el Diario de Navarra, había estado sacando regularmente una página  en euskera bajo el título de «Nafar-izkuntzan», y  la Revista Principe de Viana contaba con un suplemento ad hoc,  publicándose Fontes Linguae Vasconum desde 1969.

Es decir, que, a pesar de todo, había un ambiente propicio, aunque no político sino cultural, un tanto en la senda de la Asociación Euskara de Navarra, impulsada por Arturo Campión y  Juan Iturralde y Suit en 1877.

Pero todo ha ido cambiando. El euskera se ha convertido en moneda de cambio y, algunos que no consiguieron  que Pamplona/Iruña fuera la capital política de Euskadi- y sobre esto también habría mucho que hablar-  han pretendido que al menos sea , por un día – sic, lo acabo de oir en Euskadi Irratia- «la capital cultural». Sintiéndose atacados  por lo de «capital» , UPN. PP y PSOE han reaccionado políticamente. De manera que lo que podía unir vuelve a a dividir y a ser » cosa de  guipuzcoanos invasores»…

Por otro lado, estando recientemente en el tribunal de una tesis doctoral presentada en euskera, un colega catedrático de la universidad de Burdeos, se quejaba del «hegocentrismo» que sigue informando toda la actividad cultural relativa a la lengua y a la cultura vasca. Un hegocentrismo o  sur-centrismo que no es sino la extensión  acaso inconsciente del primitivo vizcainismo – comprensible en su época- que, por otra parte no contemplaba con claridad que Navarra pudiera llegar a formar parte de un proyecto común- hay buena bibliografía al respecto y muchas e intresantes anécdotas.

Así que , en considerando todo esto,  a mí me gustaría que la próxima edición de la Korrika finalizara en Bayonne/Baiona para dejar bien  claro qué es lo que de verdad nos une…si es que nos une algo.

Un comentario sobre «PORQUÉ NO ME GUSTA QUE LA «KORRIKA» FINALICE EN PAMPLONA»

  1. Sobre surcentrismo. ¡Qué tiempos aquellos en que se hablaba Euskadi Norte y Euskadi Sur! Dicho esto, recordar a los colegas universitarios franceses que Le Pays Basque, como tal, no ha existido hasta… ¡2016! Sí, quizá un breve lapsus por allá, el comienzo del siglo XXI… como «comunidad de aglomeración» (sic). Los del Viejo Reyno reivindicamos la sexta (VI) merindad.

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