PURITANISMO: EL NUEVO DESAFÍO AMERICANO

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Los Estados Unidos de América son sin duda la nación más poderosa del mundo- a expensas de lo que ocurra en la República Popular China en los próximos años. Su hegemonía militar es evidente y, cada vez menos, su influencia política en lo que se denomina » el concierto internacional». Pero su modo de vida ha ido colonizando poco a poco todo el universo mundo y particularmente Europa.

Todo comenzó añadiendo cereales al  desayuno. Después  llegaron el footing y el jogging .Más tarde el running, los gimnasios y recientemente  alguna modalidad de ejercicio como pilates, por si se disponía tan solo de un espacio mínimo y cuasi-carcelario. Entre tanto los pantalones vaqueros – atributo básico de la american working class–   cobraron su protagonismo, acompañados del rock, la maría, y el inglés, que se fue imponiendo como lengua común y ecuménica.Y, en fin, qué decir de ir por ahí en chandal, con zapatillas deportivas o gorra de beisbol…

Recientemente en Hollywood, espejo de todos los espejos americanos, se ha desatado una campaña contra los abusos sexuales. Nada se podría objetar en principio salvo el alcance de la campaña y por eso, quizás, ha levantado tanta polémica la carta de Catherine Deneuve y otras mujeres para quienes no se debe confundir el galanteo o la aproximación física con el abuso o la violación.

Por otro lado no deja de ser extraña la mencionada campaña en un país en el que la inocente libertad sexual que generó el baby-boom fuera compatible con la dimisión de altos cargos  por sus «relaciones homosexuales», en el que años después emergiera el SIDA como fatal controlador de las relaciones sexuales ( ¡ algún día sabremos cómo pudo aparecer el VIH!) o que gentes más próximas como los de la «manada»  se inspiraran en los avatares de los films pornográficos, en cuya producción los USA también son hegemónicos.

No sé, pero más allá de la buena voluntad- y el glamour alternativo evidente – intuyo en esta campaña la presencia oscura de quien  la escritora Edith Wharton llamaba » el clérigo del valle del Mississippi » siempre dispuesto a mezclar churras con merinas para poder gritar con voz tronante lo de «¡Arrepentíos!

Porque como muy explicó E. R.  Dodds , en un libro ( Los griegos y lo irracional)  que aparentemente no tiene  nada que ver con todo lo anterior, el puritanismo necesita culpas y culpables ,pero no sólo de prácticas sexuales  violentas y sin consentimiento, sino de paso de las consentidas, de las condenadas por las diferentes religiones… y también de pesar demasiado en la báscula, de no hacer suficiente  ejercicio físico , de no saber inglés… Pero no tanto de arrasar aldeas y borrar ciudades enemigas del mapa…

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