SEIS DÍAS CORRIENTES (¡excepcionales!)

Una tarde oscura y fría, bien regada por esa lluvia tan pertinaz que nos ha acompañado en las últimas semanas como en el franquismo nuclear nos acompañaba la pertinaz sequía , he ido al cine y he visto ( visionado, que dicen los neo-pijos) Seis días corrientes ,de la directora catalana Neus Ballús.

Al salir y retomando esa vieja costumbre del cine-club en formato mini que es tomar una caña comentando la película, no he podido evitar dar cuenta de que había visto algo nuevo, en el sentido más estricto de la palabra, pero también en el más tópico, pero de cuando los tópicos sirven , como casi siempre , para expresar algo con claridad y distinción.

Pues , lejos de trascendencias almodobolivarianas o de nuevos y cegatos brindis al sol, Seis días corrientes plantea una novedosa narración directa de la vida cotidiana de tres personajes muy representativos de la sociedad proteica en la que nos movemos y que son tres fontaneros: Pep, catalanoparlante y a punto de jubilarse; Valero, un currante típico y tópico castellanohablante y Moha(med), un inmigante marroquí en contrato de pruebas. Curiosamente cada uno habla en su idioma, pero acaban entendiéndose – y quien ve el film lo puede hacer en subtítulos- por mor del trabajo que se llevan entre manos y que les lleva a visitar casas y gentes variopintas … ¡ Quién no necesita alguna vez un fontanero¡

Pero asimismo, la novedad estricta en el contexto cinematográfico realmente existente que supone Seis días corrientes, no lo es tal, no lo puede ser, pues «nihil novum sub sole»,y la referencia inmediata anterior no parece ser sino aquella «nouvelle vague» que desde el cine francés de los años 60 del siglo pasado, supuso una marca de fábrica del cine europeo aportando frescura y dando trascendencia a lo inmediato de cada día.

En su crónica semana de La Vanguardia, Jordi Évole dedica todo un artículo a este film, destacando su tono humorístico , pues «la misma historia, en manos de otra directora, podría haber sido un drama devastador». Y sí, probablemente en el humor de sonrisa que no de carcajada radica el eje de articulación de esta forma de hacer cine que acaso sea novedosa porque fue ya novedad hace muchos años, como diría aquel francésida hoy tan olvidado que fue Roland Barthes ( ¡ Ah, su Sistema de la moda!)

«Les aviso: es tan buena que durará poco en los cines. No tarden», termina diciendo Évole. Y efectivamente, poco está durando, pues como dice el crítico cinematográfico Juan Zapater,   a pesar de que el film de Ballús proporciona  «la satisfacción de saber hacer reír y pensar sin histrionismos ni máscaras», el maltrato que está recibiendo comercialmente, ejemplifica «el estado de salud del cine español y de quienes rigen su destino»…Seis días corrientes…¡excepcionales!

2 comentarios sobre «SEIS DÍAS CORRIENTES (¡excepcionales!)»

  1. Es una pelicula 100×100 recomendable risas aseguradas una comedia fresca y divertida con los problemas del dia a dia sin duda neus ballus a dado en el clavo para hacer pasar un rato de infarto.

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