SERVICIOS (deterioro de todos los)

En mi paseo cotidiano veo una y otra vez largas colas para hacerse test de antígenos y PCR ante las puertas de la Sanidad Privada.

Es de suponer que si tal ocurre es porque los recursos de la Sanidad Pública no dan a basto para realizar esas pruebas, o que las informaciones que han llegado a la ciudadanía han generado una respuesta en el límite de la neurosis colectiva.

Pero, en cualquier caso, la responsabilidad última le corresponde a una Administración incapaz por defecto de no disponer de los recursos necesarios, o por exceso , de resultar demasiado favorable a la privatización de la sanidad. Y en conjunto , de no haber sido capaz de generar una mínima capacidad crítica durante el proceso educativo.

Y si esta es la conclusión más lógica en términos mayores, la mencionada carencia de formación, sustituida por activa y por pasiva por una información confusa y algorítmica en función de intereses pol´íticos, en términos menores , que son los que más afectan a la vida cotidiana a la par del embrollo COVID-19, no cesa de dejar un deterioro generalizado de lo que antes se consideraban «servicios»: así , por ejemplo, los horarios espartanos impuestos por las entidades bancarias para la realización de determinadas operaciones cuando no el cierre de sucursales, o, en otro tono, la lucha por la ocupación de las terrazas , en la que hay que combinar la destreza del saltimbanqui que está a la vez junto a una mesa y junto a una barra y además exhibiendo su pasaporte de vacunación, ante la constatación de que ya no hay «servicio de terraza».

Todo lo anterior, a grande y a pequeña, no nos conduce sino al estrafalario mus del «salvese quien pueda», bien adobado por ese narcisismo sistémico medioambiental hoy rampante, en la inconsciencia histórica de que solo se salvarán los de siempre, aquellos (y aquellas of course) que hacen leyes para que las cumplan los demás, sumando así un tercer deterioro, el deterioro del servicio público…

4 respuestas a «SERVICIOS (deterioro de todos los)»

  1. Si con semejante pandemia no conseguimos que sea algo incuestionable la necesidad de una Sanidad pública y con abundantes recursos, no habremos sacado nada en limpio de esta crisis.
    Estupendo artículo, Vicente. Un gusto leerte.

  2. ¡Hay que ver como está terminando usted el año don Vicente! Repartiendo mandobles a diestro y siniestro. Cálmese buen hombre de Dios, cálmese, que le van a mandar a la Sierra de Cameros. ¡Mis mejores deseos para usted y los suyos!

    1. Ya. Y él no quería. Y que conste que, a pesar de todo, apruebo las restricciones y recomendaciones de nuestros mandamases…Pero, ya sabe usted, que lo cortés no quita lo valiente, mientras el tiempo y la autoridad no lo impidan. Y, por supuesto, que disfrute usted de estos días con los suyos y allegados.

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