Un carta de Paola Florio desde Palermo

Me escribe Paola Florio desde Palermo  y me comenta  que  en la Fondazione Famiglia Piccolo de Calanovella de Capo d’Orlando  han organizado  unas jornadas en las que se pretende comparar El gatopardo de Giuseppe Tomasi di Lampedusa  con Las mujeres de Mesina de Elio Vittorini. Supongo que hay algo de vengativo en la propuesta de comparación pues fue precisamente Vittorini quien se opuso a publicar la obra de Lampedusa en su editorial.

No obstante Paola  me indica que les interesa «il mio contributo come basco» ya que  de lo que se va  a hablar , más allá de lo literario, que también, es de la diferente visión que  ambos escritores tenían sobre la incorporación de Sicilia  a Italia, ya que más o menos  coincidió con la del País Vasco a España.

Al paso, se me ha ocurrido enviarle a Paola esta nota: «Ciertamente sorprende el horizonte geográfico de las dos narraciones. Lampedusa sólo  habla de Sicilia; Vittorini, mucho  y muy repetidamente, de Italia.Y teniendo en cuenta las connotaciones de ambas novelas y las denotaciones de sus autores- negación en un caso explícita de uno sobre el otro- se puede  adivinar ,detrás de las tramas, tanto una apología de la territorialidad del Antiguo Régimen como la insistencia en el ámbito espacial de la nación burguesa. Y consecuentemente, la lucha solapada entre los poderes de las regiones-naciones y  las naciones-estado. Y así mismo, también es posible  evidenciar a diferentes protagonistas: la nobleza regional anti-burguesa y las clases populares generadas por la burguesía.A la luz de  todas estas acotaciones, las disputas entre la Monarquía y la República, la batalla entre el Congreso y el Senado o las tensiones entre las fuerzas centrípetas del Estado y las centrífugas (autonomistas  o independentistas) de las regiones-naciones encuentran su respectivo escenario perfectamente descrito».

No sé si me he pasado de repollo sabioncillo, pero creo , efectivamente que son dos obras que iluminan mucho sobre  todas esas discusiones que solemos tener por aquí.No sé  tampoco si podré ir pero ganas ya tengo. Por estar unos días con Paola, una de las pocas guapas-listas con las que todavía puedo disfrutar sin temores, tensiones ni compromisos…me iría a nado hasta Marsala, (donde ella nació y de donde , además, podría traerme un par de botellas de su excelente vino.

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