Según un informe del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas ( IVIE), la inversión de la sanidad pública en España cayó un 50,7% entre 2011 y 2018, debido fundamentalmente a las políticas de austeridad presupuestaria que , tras el colpaso económico del 2008, han afectado también a la educación y a los servicios sociales.
Según dicho informe, esta reducción drástica en la inversión pública ha limitado consecuentemente el mantenimiento de hospitales y ambulatorios, de los equipos médicos y tecnológicos así como de la investigación, o incluso de la aplicación y renovación de las TIC de salud .
Si esto ha sido así, no es de extrañar que la gravedad de la crisis generada por la pandemia del COVID-19 haya estado en gran parte medida por la capacidad de reacción del sistema sanitario, siendo el número de ingresos en planta y en las UCI tan relevante…Y tanto más en una sanidad tan deteriorada.
Es de esperar que se haya aprendido la lección y que no se insista más en la deriva de privatizaciones que ha acompañado tan estratégicamente la austeridad neoliberal : una buena oportunidad para demostrarlo será la llegada de los fondos europeos Next Generation destinados precisamente a paliar los efectos de esta pandemia que ya va por su quinta ola.
Porque sería una paradoja tener una sanidad…¡enferma!
Sr. Huici, la respuesta a su petición se la da hoy mismo en las páginas de Deia la inefable, la divina, la homérica Isabel Ayuso:
«……la Comunidad de Madrid exige al gobierno de España que baje el IVA de los festejos taurinos al 4%.»